Hoy os proponemos una actividad de vida práctica, que tiene como
finalidad conseguir que el alumnado sea cada día más independiente en las
tareas cotidianas.
Se trata de un juego de trasvases en seco. Este consiste en verter y trasvasar sustancias sólidas de un recipiente a otro. Con este sencillo juego, además de disfrutar experimentando con los trasvases, los peques desarrollan su coordinación óculo-manual, su motricidad fina, su concentración y su atención.
La sustancia para trasvasar puede ser cualquier tipo de
sólido que se os ocurra: judías, garbanzos, arroz, nueces, arena…
Podemos comenzar con trasvases sencillos: preparamos dos
recipientes y los peques pasan los elementos de uno a otro utilizando la mano. Posteriormente,
podemos introducir instrumentos para los trasvases, como por ejemplo: cucharas,
coladores, embudos, pinzas… También podemos aumentar el número y la variedad de
recipientes (planos, hondos, con aperturas anchas y estrechas, etc.)
Es importante dejar al niño que experimente los trasvases
con libertad. No obstante, también podemos aprovechar ciertos momentos para
dialogar con ellos y reforzar conceptos matemáticos a través del juego. Por
ejemplo, podemos preguntarles: “Este recipiente, ¿está lleno o vacío?”, “¿Cuál
está más lleno?”, “¿Hay algún recipiente vacío?”, ¿Cómo sería un recipiente
lleno hasta la mitad o medio lleno?”, “¿Qué recipiente es más grande?”, “¿En
qué recipiente caben más?”, “¿Qué recipiente es más pequeño?”.
Trasvases de sólidos, ¡nos gusta mucho!
ResponderEliminarDiversión asegurada y escoba preparada. Otra actividad que también favorece nuestra autonomía.
Gracias profes,
Abrazos y besos,
Pilar